Chile
- merlinaenelaire
- Oct 16, 2020
- 16 min read
Updated: Oct 19, 2020
Lugares visitados: Santiago de Chile, Reñaca, Viña del Mar, Valparaíso, Isla Negra
Viajando con nuestra hija de 5 años
Época del año: primavera en el hemisferio sur
Cantidad de días: 10
Por esas cosas de la vida habíamos estado muchas veces en Santiago de Chile pero siempre de paso, como escala a otros destinos y con nada de tiempo para conocerla y recorrerla. Finalmente planificamos unas vacaciones en este país hermano para conocer más sobre su capital y algunas de sus playas y ciudades costeras más emblemáticas. Hay mucho por ver en Chile, sus geografía y paisajes tan diversos hacen que no alcance visitarlo sólo una vez. Lo pasamos realmente muy bien, por supuesto volveremos.
Dedico este post a mis ancestros chilenos, los Ahumada, oriundos de la zona de Pukón.
Día 1 - Reñaca
Llegamos en un vuelo desde Buenos Aires, Argentina. Es un vuelo corto y también muy pintoresco ya que desde el avión se puede ver la Cordillera de Los Andes. El avión llegó al aeropuerto de Santiago de Chile muy temprano a la mañana. Allí alquilamos un auto y nos
dirigimos a Reñaca, una playa ubicada al norte de la tan conocida Viña del Mar. La ruta hacia Reñaca era realmente hermosa. Paramos a almorzar en un restaurant sobre el camino.
Reñaca está muy cerca de Santiago de Chile. Es un lugar de descanso y vacaciones muy relajado y chic. Sus playas son amplias y los edificios están construidos en altura y entre cerros lo que lo hace aún más pintoresco. En general había que tomar un elevador para trasladarse y llegar hasta la rambla sobre la costa. A nuestra hija le parecía muy divertido subir y bajar en esos asecensores desde nuestro departamento hasta la playa.
Habíamos alquilado un departamento frente al mar a través de Airbnb ubicado casi al límite con Cochoa. El edificio era inmenso y tenía todas las comodidades que buscábamos: piscinas exteriores y piscinas cubiertas climatizadas, lugares comunes de entretenimiento y gimnasio. Lo mejor del departamento además de su ubicación era su maravillosa vista al mar y a un paso de la rambla. Recuerdo muy nítidamente los atardeceres, los sonidos de los pájaros y de los lobos (estábamos muy cerca de la Lobería o Mirador de Cochoa) cuando caía el sol. Los acantilados de la zona de cara al mar me resultaban un paisaje muy relajante.
Cuando llegamos a Reñaca lo primero que hicimos fue dejar nuestras cosas e ir a caminar por la playa. Pese a que no estaba el clima para meterse en el mar, pudimos quedarnos un rato jugando en la arena. Habíamos llevado el paragüitas o carrito plegable para nuestra hija. Ella ya era grande para usarlo pero decidimos llevarlo de todos modos ya que sabíamos que habrían ratos de largas caminatas. Recorrimos toda la costa de Reñaca, ingresamos a algunos negocios y tiendas del centro que nos llamaban la atención y merendamos en un bar que estaba sobre la playa.
Volvimos luego al departamento para disfrutar de la piscina cubierta. Yo salí a hacer una caminata por los alrededores hasta la hora del atardecer. Llegué caminando hasta las Dunas de Concón que se encuentran en una terraza a 30 metros de altura frente al mar. Un verdadero santuario natural.
Día 2 - Reñaca
Nos levantamos temprano para disfrutar de las playas de Reñaca durante la mañana. Caminamos nuevamente por la rambla y luego por la playa. Si bien el clima estaba un poco frío para meterse al mar pudimos disfrutar de caminar descalzos y jugar en la arena. La playa de Reñaca tiene excelentes olas para hacer surf. Nos entretuvimos un buen rato mirando las proezas de los surfistas. También en la playa habían algunas personas haciendo kite surf y jet surf.
Almorzamos en un restaurant de mariscos sobre la playa. Después de comer seguimos caminando en dirección al norte, hacia la playa de Cochoa. En el camino nuestra pequeña hija se divirtió en unas camas saltarinas ubicadas sobre la playa. Pasamos por la Lobería o Mirador de Cochoa a ver a los lobos marinos y tomar algunas fotografías. Se pueden ver muy fácilmente desde el camino costero, así como también las aves que habitan ese lugar tan especial. Seguimos en auto hacia el norte y paramos a sacar algunas fotos del atardecer en esos acantilados y vistas impresionantes. Volvimos luego a Reñaca para cenar en un restaurant sobre la playa.
Día 3 - Isla Negra
Era un día muy lluvioso, pero eso no nos detuvo para salir con nuestro auto alquilado rumbo a Isla Negra, localidad que se encuentra a unos 95 km de Reñaca. Manejamos 1 hora y media aproximadamente a este conocido lugar donde se encuentra una de las residencias del famoso poeta (Premio Nobel de Literatura) y político chileno Pablo Neruda.
Ni bien llegamos a Isla Negra lo primero que hicimos fue visitar Casa de Isla Negra, así la llamó Neruda por el color de sus rocas. Durante nuestra estadía en Chile visitamos las tres residencias de Neruda y esta era nuestra primera parada. Allí descansan los restos de él y su esposa.
Siempre quise visitar Isla Negra, el lugar donde el buscó inspiración cuando regresó a Chile desde España. La Casa de Isla Negra es hoy un Museo al que no hay que dejar de ir. No sólo porque la casa está ubicada en un lugar natural privilegiado frente a una amplia playa rocosa con el mar a sus pies, sino también porque su interior refleja el espíritu joven y divertido de este poeta. "He edificado mi casa como un juguete y juego con ella de la mañana a la noche”, escribió Pablo Neruda en sus memorias, publicadas bajo el título Confieso que he vivido (1974).
La casa invita al visitante a descubrir cada rincón y cada objeto que acompañan el relato de la vida de este fascinante escritor. Disfrutamos muchísimo esta visita. Nos tomamos el siempo para recorrer minuciosamente tanto el exterior como el interior de la casa. El Museo cuenta con una sala audiovisual que expone la vida de Neruda y sitúa al visitante en el contexto social, político y cultural de época.
Estuvimos en la Casa de Isla Negra hasta más allá de la hora del almuerzo. Es una visita que lleva tranquilamente medio día. Almorzamos luego en un restaurant que estaba muy cerca de allí, el cual tenía una terraza con vista a la playa.
En los alrededores de la Casa de Isla Negra hay puestos de artesanías y varios lugares para comer o tomar algo. Recorrimos esa pintoresca zona a pie y luego nos subimos al auto para ir hasta la zona de El Totoral, ubicado a unos 7 km de la casa del poeta.
La zona de El Totoral es preciosa por sus caminos ondulados de tierra rodeados de bosques agrestes. Nos encantó.
Estuvimos un rato recorriéndola en auto y al llegar a la zona del Cementerio El Totoral y de la iglesia colonial Nuestra Señora de la Merced vimos muchos autos estacionados en un predio y una gran carpa con luces armada. La gente, sobre todo familias, iban llegando al lugar. Estábamos a un día del día de la independencia chilena (18 de septiembre) y allí estaba por comenzar un festival para celebrarla. Sin dudarlo estacionamos el auto para sumarnos al festejo. No se veían extranjeros entre los participantes. Si bien estábamos al tanto de las festividades de esos días patrios, esta era una fiesta muy local a la cual llegamos por casualidad. La gran carpa armada albergaba a unas 300 personas más o menos que se paseaban por los puestos de comida típica chilena y por los de cerveza artesanal. En el medio había montado un escenario donde luego disfrutamos de música en vivo: folclore chileno y música popular nacional. Toda la gente salió a bailar, grandes y chicos. Nosotros también. Fue realmente muy divertido. En los intervalos del baile se organizaban juegos en los que se podía participar. Los más populares fueron las cinchadas (dos equipos tiran a la vez de los extremos de una soga para medir su fuerza) de hombres y luego de mujeres. Las risas y la alegría sobraban esa tarde para todos. Nos gustó tanto que nos quedamos hasta el anochecer y cenamos en una de las mesitas al aire libre cerca de los puestos de comida. Habían también juegos para niños así que además del show, el baile y los juegos de competencia física, nuestra hija se divirtió mucho. Ya tarde en la noche decidimos emprender el viaje de regreso a nuestro departamento en Reñaca. Habíamos pasado un día hermoso y pudimos celebrar también nosotros la independencia de Chile haciendo honor a Neruda que tanto quería a su país.
Día 4 - Viña del Mar - Valparaíso
Era el día de la independencia de Chile y también mi cumpleaños. Salimos después de desayunar rumbo a Viña del Mar, la ciudad costera más conocida de Chile, no sólo por su belleza sino también por su famoso Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar que se lleva a cabo cada año en el mes de Febrero desde el año 1960.
Estaba nublado y por momentos lloviznaba pero eso no nos detuvo para recorrer un poco esta famosa ciudad costera. Paramos muy cerca del Reloj de las Flores, un reloj al que le dá forma un bello jardín a los pies del cerro Castillo. Este reloj fue construido en 1962 para la inauguración del Mundial de Fútbol celebrado en Chile ese año. Sacamos algunas fotos en este icónico lugar y luego recorrimos a pie los alrededores.
Detrás del reloj hay un barrio hermoso con casas históricas imponentes dignas de fotografiar y de ser posible visitar. Una de ellas es el Castillo Brunet, edificado en 1923 para la familia Brunet y que ahora pertenece a los Carabineros de Chile.
Cerca de allí se encuentra también el Palacio Presidencial del Cerro Castillo, residencia de verano presidencial. Seguimos bajando hacia la costa hasta llegar al Castillo Wulff, construido entre 1904 y 1905 por el alemán Gustavo Wulff. Este castillo funciona hoy como museo y centro de exhibiciones.
Caminamos un rato por la rambla costera y fuimos luego a almorzar al restaurant Castillo del Mar que funciona en el Castillo Ross (sede del Club Unión Arabe), ubicado en una colina que mira hacia el océano frente al Castillo Wulff.
Comer en este castillo del siglo XIX es toda una experiencia. La comida y el servicio es espectacular pero lo mejor es el edificio en sí y sus salones con vista al mar. Soplé las velas de cumpleaños en este maravilloso lugar y luego de comer unos riquísimos mariscos seguimos nuestro recorrido en dirección a Valparaíso.
Reñaca (donde estabamos parando) estaba a menos de 6 km. de Viña del Mar y a menos de 13 km de Valparaíso. Estaba todo realmente muy cerca.
Valparaíso es una ciudad portuaria muy atractiva que no se puede dejar de visitar. Al llegar te sorprenden las coloridas casas antiguas sobre los cerros, los numerosos murales y grafitis y sus famosos y empinados funiculares. Todo tiene un aire bohemio y artístico.
A Valparaíso llegaron muchos inmigrantes europeos durante el siglo XIX y XX y eso queda en evidencia en sus edificios y centros culturales.
En Valparaíso se encuentra La Sebastiana, otras de las casas (y actual museo) donde residió el poeta y politico chileno Pablo Neruda. Durante su vida como político, ayudó a traer a más de 2000 inmigrantes españoles que huían del régimen de Franco en el barco llamado Winnipeg. Este arribó al puerto de Valparaíso en el año 1939.
Al llegar a Valparaíso estacionamos el auto cerca del famoso funicular o ascensor Reina Victoria ubicado sobre el cerro Alegre. Quisás porque era feriado, no había casi nadie en la calle. El día estaba nublado aunque ya no lloviznaba. No sabíamos si estábamos en el lugar indicado o si nos habíamos perdido. Minutos después vimos la entrada al ascensor Reina Victoria y allí una pequeña cola de turistas queriendo subir. Para nosotros era en sí una atracción poder hacer un trayecto en este funicular que data de 1902 (declarado monumento histórico), desde el cual se pueden obtener vistas panorámicas de la ciudad de Valparaíso.
Al salir del funicular nos dirigimos al paseo Damilow el cual tiene un enorme encanto. Allí hay tiendas de arte y artesanías, bares, restaurantes, hoteles dispuestos en las coloridas casas antiguas sobre el Cerro Alegre. La vista desde este paseo es fabulosa. Allí sí estaba lleno de turistas.
El paseo tiene un tobogán al aire libre bastante grande que nace en una de sus pasarelas y termina en un patio un nivel más abajo. Desde ahí se pueden tirar grandes y chicos. Estuvimos un rato divirtiéndonos, tirándonos los tres una y otra vez.
Después de caminar y sacar muchas fotos escogimos una bella casa de té para merendar y disfrutar de la vista.
Dado que era feriado nacional, la casa y museo La Sebastiana estaba cerrada ese día. Volveríamos al día siguiente para conocerla.
Ya era casi el atardecer y decidimos emprender el regreso en dirección a Reñaca pasando nuevamente por Viña del Mar que nos quedaba en el camino.
Cuando llegamos a Viña del Mar, estacionamos frente a la Playa Blanca y desde allí fuimos caminando hasta la Playa El Sol. Llegamos al Muelle Vergara para sacar unas fotos del atardecer. Cerca del Muelle habían puestos de artesanos y alquiler de paseos en pony para niños. Mi hija dió un pequeño paseo en pony frente a la playa antes de seguir nuestro recorrido a pie.
Pasamos por el Casino de Viña del Mar, sólo para contemplar el edificio por fuera que era muy lindo. Finalmente fuimos a cenar al restaurant Tierra de Fuego, ubicado sobre la Playa Acapulco de Viña del Mar. El restaurant tiene una ubicación y vista privilegiada y su comida y servicio es excelente. Allí coroné mi día de cumpleaños con una riquísima cena. Los mozos que nos atendieron, todos muy amables, me cantaron el feliz cumpleaños. Pasamos un hermoso día.
Día 5 - Valparaíso - Viña del Mar
Ese día salimos temprano en auto desde Reñaca rumbo a Valparaíso con la idea de seguir recorriéndola con tranquilidad. Dejamos para el día siguiente la visita a La Sebastiana, otra de las residencias del poeta chileno Pablo Neruda.
Estacionamos cerca del Museo a Cielo Abierto. Desde allí caminamos hacia esa zona tan linda para apreciar cerca de 20 murales de diferentes temáticas y estilos. Sacamos muchas fotos y seguimos caminando "bajando" hasta llegar a la zona cerca del Ascensor Reina Victoria.
Llegamos hasta el mirador del Paseo Gervasoni. Allí hay coloridas casas históricas ubicadas sobre una terraza que dá a la bahía. Muy cerca de allí encontramos el Café Turri, el lugar que escogimos para almorzar. El mismo estaba ubicado en una casona antigua y tenía una espléndida terraza con mesas desde las cuales se tenían muy lindas vistas de Valparaíso. Fue un verdadero deleite almorzar allí. Probamos platos típicos chilenos. La parada en este restaurant fue un largo descanso después de nuestra caminata en subidas y bajadas.
Seguimos nuestro recorrido a pie en dirección al Palacio Baburizza, sede del Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso. Entramos a ver la exposición permanente y la que estaba en ese momento sobre los indígenas de las tierras fueguinas. A la salida sacamos fotos de este bello edificio construido en el año 1916. Regresamos a pie al lugar donde habíamos estacionado nuestro coche para dirigirnos a Viña del Mar.
Llegamos a Viña del Mar y estacionamos cerca del Casino. Sobre la costa ofrecían paseos en Mateo y nos pareció una linda forma de recorrer la ciudad. A nuestra hija le resultó muy divertida la idea y lo comparaba con los carruajes de las princesas de cuentos. El recorrido era de una hora aproximadamente y paraba donde nosotros queríamos para sacar fotos.
Nos detuvimos en la puerta del Museo Fonck (Museo de Arqueología e Historia Natural Francisco Fonck), allí se encuentra la enorme estatua de piedra Moai. La misma es original. Fue traída desde la Isla de Pascua en 1951. Es una de las pocas que se encuentran fuera de esta isla.
El carruaje nos dejó nuevamente cerca de la Playa Acapulco de Viña del Mar. Allí hicimos una caminata a pie para sacar las últimas fotos de la bella Viña del Mar.
Nos subimos nuevamente al auto para conducir en dirección a Reñaca y llegar hasta Roca Oceánica, un mirador natural de piedras rocosas en la zona de las Dunas de Concón. Queríamos sacar fotos del atardecer desde este lugar. Regresamos luego a nuestro deparamento en Reñaca para cenar.
Día 6 - Valparaíso - Santiago de Chile
Ese era nuestro último día en Reñaca. Después de empacar salimos con destino final a la ciudad de Santiago de Chile pero antes hicimos una nueva visita a Valparaíso para conocer La Sebastiana, otra de las residencias del poeta chileno Pablo Neruda.
Estacionamos en la Plaza de los Poetas que está muy cerca de allí y sacamos algunas fotos de las estatuas tamaño natural de Pablo Neruda, Vicente Huidobro y Gabriela Mistral. Luego nos dirigimos a La Sebastiana.
Disfrutamos mucho de la visita a esta casa tan peculiar construida en lo alto de Valparaíso. Desde allí se obtienen unas hermosas vistas de la bahía del puerto. La casa en sí tiene el sello de Neruda, por su originalidad y toques de diversión. Al igual que la Casa de Isla Negra, cuenta con audio guías en diferentes idiomas que le permiten a uno seguir el recorrido por su cuenta. Tampoco se requiere reserva previa. Estuvimos en La Sebastiana un par de horas.
Salimos en auto en dirección a Santiago de Chile. Allí habíamos alguilado un departamento con cochera a través de Airbnb, ubicado en el hermoso barrio Providencia, muy cerca del Mall Costanera Center. Llegamos por la tarde para desempacar y salir nuevamente a recorrer los alrededores. Caminamos por el barrio Providencia y dimos una vuelta por los negocios del mall. Cenamos luego en un restaurant muy cerca del departamento.
Día 7 - Santiago de Chile
Nos levantamos temprano y luego de desayunar fuimos en auto hasta la zona de Las Condes, al Mall Parque Arauco. En este viaje teníamos la intención de hacer algunas compras así que pasamos parte de la mañana en este mall.
Ahí mismo funciona la atracción KidZania, un parque interactivo de juegos de rol para niños que realmente nos sorprendió y del cual nuestra hija salió encantada. Es una mini ciudad donde los niños pueden jugar a que trabajan probando diferentes profesiones y oficios. Está realmente muy bien puesto y muy cuidado. A todos los niños se les colocan pulseras que deben usar durante toda la estadía para rastrearlos si algún padre distraído los pierde de vista. Nuestra hija estaba fascinada y aún hoy recuerda esta experiencia. Jugó a ser bombera, veterinaria, médica, cocinera, banquera. Al final del día el niño puede intercambiar sus "billetes" ganados por juguetes y golosinas.
Mi hija lo pasó realmente súper y es un lugar al que seguramente volveremos. KidZania está también en otras ciudades del mundo.
Salimos de KidZania cuando cerró, a eso de las 17 hs. Nos dirigimos a Parque Araucano para encontrarnos con unos amigos y sus hijos que también estaban de viaje por Chile. Los chicos disfrutaron mucho de los juegos infantiles del parque, la mayoría para treparse. Estuvimos ahí hasta el atardecer y regresamos al departamento para descansar.
A la noche fuimos a cenar al restaurant y cebichería peruana La Mar en el barrio Vitacura. Me encanta este lugar. Habíamos ido varias veces a la sucursal de Buenos Aires y esta vez disfrutamos de la sede chilena. La comida deliciosa, como siempre.
Día 8 - Santiago de Chile
Ese día dedicamos la mañana a recorrer el centro histórico de Santiago de Chile. Salimos con nuestro auto alquilado y lo estacionamos cerca de la Plaza de Armas. Esta plaza fue el centro y punto de partida de la conformación de la ciudad de Santiago de Chile, fundada por el español Pedro de Valdivia.
Alrededor de la plaza se encuentran los edificios históricos más emblemáticos de la ciudad: La Catedral de Santiago, la Municipalidad de Santiago, el Correo Central y el Museo Histórico Nacional.
Entramos a la Catedral de Santiago que data del año 1748. Sacamos algunas fotos de su interior y luego de las fachadas de los demás edificios que mencioné anteriormente. Luego entramos al también histórico y pintoresco Mercado Central (1872). Todo su techo de hierro forjado es original. Allí hay muchos puestos de comida típica chilena y de artesanías. En el lugar hay mesas desplegadas para comer, atendidas por mozos. Lo visitan muchos turistas. Es un lugar ideal para disfrutar de un rico almuerzo chileno.
Seguimos caminando hasta el Museo Nacional de Bellas Artes, un lugar que yo quería visitar. El edificio donde se encuentra este museo es en sí muy bello y vale la pena conocerlo. Luego de recorrerlo y disfrutar de la muestra nos dirigimos hacia el barrio de Lastarria. Este barrio es una de las zonas más lindas de Santiago. Es un centro gastronómico y cultural muy importante y atractivo para el turismo. Recorrimos las calles de Lastarria buscando un lindo lugar para almorzar. Elegimos el restaurant Mulato sobre la calle Victorino Lastarria. Nos gustó mucho el ambiente y la comida.
Luego de este descanso nos dirigimos a La Chascona, la tercera residencia del poeta chileno Pablo Neruda que visitaríamos en este viaje (habíamos estado días pasados en Casa de Isla Negra y en La Sebastiana). Fuimos en auto hasta el Barrio Bellavista donde se encuentra esta casa y museo declarada Monumento Nacional.
La casa fue bautizada La Chascona por Neruda en honor a su amante, Matilde, por su gran cabellera rojiza.
Al igual que las otras casas de Neruda, la visita a La Chascona fue fascinante, interesante y conmovedora. La casa es como un gran laberinto que se va develando de a poco al visitante. Cada rincón esonde el espíritu creativo y por momentos travieso del reconocido poeta. Nuestra hija lo disfrutó tanto como nosotros. Las audio guías en varios idiomas permitían a los visitantes hacer el recorrido solos y en los propios tiempos. Estuvimos allí un rato largo, descubriendo cada espacio.
A la salida de esa casa museo fuimos en auto en dirección al Mall Costanera Center, el rascacielos más alto de América Latina. Tiene 300 metros de altura y 62 pisos. Queríamos subir a su famoso mirador, Sky Costanera para ver Santiago de Chile desde las alturas y sacar fotos panorámicas de la ciudad y de la Cordillera de los Andes.
Compramos los tickets en el mismo mall y subimos en el ascensor para disfrutar de estas maravillosas vistas.
Después de un rato bajamos para merendar en un café del mall y dar luego una vuelta por los negocios. Para la cena compramos unos exquisitos sandwiches para llevar en el restaurant alemán Fuente Alemana que estaba frente a nuestro departamento.
Día 9 - Santiago de Chile
Habíamos planeado pasar la tarde en el Parque Metropolitano (Parquemet) formado por los cerros San Cristóbal, Chacarillas y Los Gemelos. Parquemet es el parque urbano más grande de Chile. El Cerro San Cristóbal es el segundo punto más alto de la ciudad.
Debido a las dimensiones de Parquemet, conviene planificar la visita antes y organizar los recorridos ya que dispone de varios sectores. En uno de ellos se encuentra el Zoológico Nacional. El mapa se puede descargar del sitio web de Parquemet.
Fuimos con el auto y lo dejamos en uno de los estacionamientos del parque en el Sector Cumbre. Allí tomamos un teleférico que nos llevaría hasta la base del Santuario Inmaculada Concepción. La experiencia del teleférico es realmente muy divertida y desde allí se pueden sacar fotos panorámicas de la ciudad. Justo cuando estábamos tomándolo hubo un pequeño sismo que sinceramente nosotros no sentimos. Sólo supimos de él porque inmediatamente los teleféricos dejaron de andar según los protocolos del parque. Luego todo continuó con total normalidad. Todo el parque está muy bien señalizado y el personal era muy amable en su atención a los turistas.
Llegamos hasta la base del parque donde se encuentra el Santuario Inmaculada Concepción ubicado sobre el punto más alto del Cerro San Cristóbal. Caminamos hasta llegar al imponente monumento de la Virgen María. Sacamos unas fotos maravillosas en ese lugar tan visitado por peregrinos y turistas.
Luego seguimos caminando por el parque en dirección al mirador Terraza Bellavista, allí paramos un rato para descansar y tomar algo fresco.
Caminamos después por el Paseo Peatonal Cumbre hasta la Plaza México y retornamos para tomar el teleférico de regreso a la hora del atardecer.
Volvimos en auto al barrio Providencia, donde estábamos parando. Salimos a caminar por la noche por las calles de esta hermosa zona de Santiago y cenamos en el restaurant alemán Elkika.
Día 10 - Santiago de Chile
Era nuestro último día en Chile y decidimos darle el gusto a nuestra hija y tener un día más relajado en el parque de diversiones llamado Fantasilandia. El parque tiene atracciones para todas las edades. Nosotros pasamos gran parte del día en la Zona Kids (ideal para niños pequeños). Salimos del parque por la tarde muy contentos con el día que pasamos.
Como despedida de este hermoso viaje a Chile fuimos a la noche a cenar a un restaurant temático llamado Ocean Pacific ´s Esmeralda ubicado en la zona de Vitacura. Además de su exquisita carta, comer en este lugar es en sí una experiencia fascinante. La ambientación de los salones invitan al comensal a realizar un recorrido para apreciar cada objeto que hay en ese lugar. Es como estar en un gran barco o submarino. Para los niños es muy divertido también. Fue una excelente elección como cena de despedida.
Al día siguiente tomamos el vuelo temprano de regreso a casa. Disfrutamos mucho de este viaje donde pudimos hacer en pocos días una variedad impresionante de actividades. Descansamos en preciosos paisajes de playa y montaña, realizamos paseos culturales inolvidables, conocimos más la ciudad de Santiago y su historia, comimos pescados y mariscos a morir en lugares magníficos, hicimos muchas compras y nuestra hija se divirtió a lo grande en lugares pensados para la diversión de los niños. Ella recuerda este viaje con mucha alegría y nosotros también.
Comments